Comprender las sociedades del Magreb

El Proyecto

2018-2022

El PROYECTO: “Crisis y representación política en el Norte de África. Dispositivos institucionales y contestación

(CSO2017-84949-C3-2-P) es financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MINCI), la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER, UE).

Antecedentes

En el proyecto se parte de la idea de que seis años después de las “Primaveras árabes” diversos movimientos de descontento han vuelto a poner de manifiesto la existencia de una profunda crisis en los países del Magreb. La cuestión social resurge en el sur de Túnez y Argelia y en el norte de Marruecos. La marginación de estas regiones periféricas conecta con la discriminación de la identidad lingüístico-cultural amazige (Rif) (Collado 2013) o incluso con la negación por el islam oficial del particularismo religioso ancestral de la población (Mzab) (Hadj Moussa y Tilmatine 2017). En todos estos casos de contestación llama la atención cómo lo social y lo identitario se articulan con distintos grados de intensidad y espontaneidad cuando hablamos de jóvenes, de mujeres o de Amaziges. Nos encontramos pues con tres tipos de integración fallida en el espacio del Estado: la periferia territorial; la identidad aminorada; y la subordinación social (Melitti 2017). No obstante, en 2011 Túnez inició un proceso de transición democrática (Gobe y Chouikha 2015); Marruecos reformó la constitución (Bendourou, Mossadeq, Madani 2014); y Argelia adoptó una serie de medidas institucionales para satisfacer ciertas reivindicaciones sociales y políticas (Dris Aït Hamadouche y Dris 2012). A pesar de la modificación de la estructura de oportunidades políticas (Desrues 2013), la política del conflicto (Tilly y Tarrow 2006) ha vuelto al centro de la agenda política de la región. Es más, se impone como expresión de los excluidos en contraste con la lógica del consenso que regula el funcionamiento de los dispositivos institucionales creados estos últimos años para ampliar la representación política de toda una serie de categorías de la población. Este proyecto aborda esta paradoja de la crisis de la representación que padece la región.

Para ello parte de la hipótesis principal de un desajuste entre las soluciones institucionales basadas en la representación que aportaron los tres regímenes políticos y las demandas de la población en el ámbito de la justicia y el reconocimiento social e identitario. Postula en primer lugar, que la estrategia de evitación del “conflicto” y de imposición del “consenso” (mediatizadas por el poder ejecutivo) como regla de funcionamiento de estas innovaciones institucionales acaba por evacuar la voluntad y capacidad de transformación estructural de los actores involucrados en ellas; y, en segundo lugar, que numerosas respuestas a los problemas públicos promovidos por movimientos de protesta enfocan las soluciones desde la perspectiva de la reparación o la reducción de los agravios comparativos relacionados con una cuestión determinada. Obvian así, el cuestionamiento de los mecanismos sociales estructurales que los genera.

Para contrastar dicha hipótesis, el proyecto se centrará en el análisis de cuatro ámbitos: 1) la representación parlamentaria de mujeres y jóvenes mediante la instauración de dispositivos de discriminación positiva; 2) la creación de instancias ad hoc de carácter público con participación de actores privados o de la sociedad civil encargadas de gestionar cuestiones específicas fuera de la tutela del Parlamento como la promoción de la lengua amazige, la organización de determinadas profesiones, sectores productivos y grupos de intereses; o la reconciliación con el pasado y la justicia transicional;  3) la formación de grupos y redes formalizadas (asociaciones) o informales (lobbies, coaliciones) que intervienen en la agenda del Parlamento y de estas instancias públicas de representación ad hoc y 4) la movilización de los actores y los públicos que han contribuido a la introducción de estas cuestiones en la agenda de los poderes públicos.

Objetivos

El proyecto plantea tres objetivos fundamentales. El primero de ellos (objetivo 1) es el más genérico con el fin de establecer un panorama global de la situación social y política de los tres países del Magreb haciendo especial hincapié en el análisis por una parte, de la contestación social en distintos sectores y regiones (objetivo 1.1.) y, por otra parte, en las respuestas institucionales dadas ante dicha contestación (objetivo 1.4). Para ello, se utilizarán fuentes bibliográficas y documentales actualizadas y se realizarán una serie de entrevistas individuales en profundidad a actores destacados e informantes claves de la política y los movimientos sociales en los tres países. Se recurrirá a las herramientas metodológicas propuestas por Tilly y Tarrow (2006) en su teoría de la “Política del conflicto” para así comprobar su valía en un contexto como el magrebí en el que no han sido cotejadas. Además, el análisis de varias campañas de movilización contra determinadas instituciones de representación política (objetivo 1.2) recurrirá a los enfoques del análisis de discurso y de la construcción de los problemas públicos para captar los distintos marcos movilizados (Frame analysis) (objetivo1.3). Asimismo, se realizarán entrevistas individuales y grupales a participantes en los movimientos de protesta para profundizar en la noción de  crisis y los usos políticos de ésta por parte de los actores. Los distintos estudios de casos nacionales serán objeto de una comparación entre países. En suma, partiendo de diversas expresiones concretas de la crisis se identificarán las convergencias y divergencias de un país a otro. Este aspecto comparativo guiará también el examen de las soluciones aportadas por las autoridades en términos institucionales.

El segundo y el tercer objetivo del proyecto consisten en analizar el alcance y los límites de estas soluciones. El segundo objetivo se ciñe al ámbito de la representación parlamentaria y más concretamente a las medidas específicas de discriminación positiva establecidas para fomentar o asegurar un determinado espacio a la representación de ciertas categorías de la población. En este caso nos limitaremos a los casos de las mujeres, los jóvenes, algunos grupos con una identidad etnica o religiosa diferenciada y a determinados sectores profesionales (objetivo 2.1). El análisis se fundamentará en los cuatro momentos cruciales en el que se suele enmarcar la secuencia que engloba la implementación de este tipo de medidas. Se trata de volver en primer lugar, sobre la “construcción del problema público” (la crisis y la crisis de la representación, sus promotores, sus repertorios de acción y certificación); en segundo lugar, sobre la justificación de la elección de un dispositivo de representación en lugar o en detrimentos de otros, las luchas por la representación entre los distintos actores y los mecanismos de selección y reproducción de actores que han sido privilegiados; en tercer lugar, sobre las actividades desarrolladas dentro del nuevo dispositivo y la acción pública de sus miembros;  y, en cuarto lugar, sobre la recepción de estas cuatro fases por los públicos concernidos o que se ven afectados por sus decisiones.

Para lograr este objetivo se estudiarán los marcos normativos, se revisarán los archivos de los medios de comunicación, se analizarán los discurso de los actores y sus actividades y se realizarán una serie de entrevistas a los promotores de la contestación, a los responsables políticos implicados y a los actores de la sociedad civil sensibles o involucrados en las causas afectadas. Como es conocido los dispositivos de discriminación positiva implementados recientemente en la región existen en otros países y en algunos casos son promovidos desde fuera por agencias de organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas o la Unión Europa. Para cada estudio de caso se efectuará un análisis sistemático de la articulación de los procesos de importación y endogeneización de dispositivos institucionales transferidos desde otras partes del mundo (objetivo 2.2.)

El tercer objetivo analiza la representación política y social fuera de la tutela del Parlamento en los países del Magreb. Se subdivide en dos grandes tipos de instituciones: unas primeras que gozan de un estatus oficial de representación y de gestión de asuntos estratégicos en (Consejos consultivos, Alta autoridad, etc.) (objetivo 3.1) y unas segundas no oficiales o informales de representación (institutos, clubs, lobby, red, etc.) de una causa o un ámbito estratégico con capacidad de presión sobre los procesos de toma de decisión del Parlamento y las instituciones oficiales de representación (objetivo 3.2). En ambos casos, se identificarán unos casos relevantes para entender la gestión de la contestación social y política y se seguirá una metodología de carácter cualitativo similar a la empleada para el objetivo 2.