Understanding Maghrebi Societies

Political Process

 EL PJD VENCE EN MARRUECOS : ¿AHORA QUÉ?


Thierry DESRUES

Investigador del CSIC y colaborador de Opex de Fundación Alternativas (IESA-CSIC)
Panel: Magreb Oriente-Medio

NOTA DE PROSPECTIVA Nº 43/2016

Opex. Director: Vicente Palacio
ISSN: 2341-1082

El islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) es el indiscutible vencedor de las elecciones legislativas celebradas el pasado 7 de octubre en las que se impuso con 125 escaños (mejorando los 102 obtenidos en 2011). No obstante, requerirá apoyos para conformar el gobierno ya que se queda lejos de la mayoría absoluta en el Parlamento que tiene 395 diputados. El oficialista Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), con 102 representantes (duplicando los 47 que obtuvo en 2011), se postula como única alternativa a los islamistas, visto el pronunciado descenso de las fuerzas políticas tradicionales (el Istiqlal ha pasado de 60 a 46 escaños y, peor aún, la Unión Socialista de Fuerzas Populares de 39 a 20 escaños). De acuerdo con el artículo 47 de la Constitución (reformada en 2011 bajo la presión de las movilizaciones populares de la “Primavera Árabe”), el rey Mohamed VI ha encargado a Abdelilah Benkirán, como líder del partido más votado, la formación del nuevo gobierno. Este desenlace era previsible, aunque durante la campaña electoral circularon rumores en torno a que el Ministerio del Interior podría favorecer la victoria de su principal adversario: el monárquico PAM, lo que demuestra que la desconfianza sigue aún vigente entre los
actores políticos marroquíes. Este sentimiento de desconfianza es un rasgo propio de regímenes políticos híbridos, como el de Marruecos, en los que, a pesar de la consolidación institucional de los dispositivos electorales y representativos, existe una autoridad estatal (en este caso, la Corona) que ejerce amplios poderes ejecutivos y participa activamente en el juego político.

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